7.05.2014

ANALIZANDO A LA MUJER DE LAS SOMBRAS

Se encontraban los cuatro amigos en la cabaña que se hospedaban platicando sobre lo sucedido horas atrás… la noche aun parecía eterna, pero en realidad estaban a solo unas cuantas horas de que el sol saliera, aun se encontraban los tres caballeros asombrados por la forma en que su compañera había enfrentado a la criatura de las sombras.
– ¡No podemos entender cómo es que lo lograste Casandra! –Menciono Ezequiel aun sorprendido.
– ¿Cómo es que se te ha ocurrido atacarla con “Luxum”? –Pregunto Conrado con voz de asombro y de misterio.
–Bueno… creo que lo hice un tanto insegura aunque creo que después de todo era lógico que se sintiera amenazada por una cantidad de luz ultravioleta como esa, después de todo no es más que una sombra.
– ¡Yo no estaría tan seguro! –Exclamo Leonard –esos gritos aterradores parecían venir de lo más profundo de su ser, era como si alguien estuviese pidiendo auxilio.
–Ahora que lo mencionas –dijo Casandra en tono de duda –cuando el “Luxum” estallo al contacto con ella… me pareció que alguien estaba dentro de ella, esa como si esa cosa estuviera manipulando a alguien.
–De ser así, esa información es nueva –se oyó decir a Conrado –lo que hay en los libros que trajiste Leonard, no han ayudado de mucho, todos parecen decir lo mismo, la mujer que vaga todas las noches por las calles, el orden poco predecible en sus fechas de asesinato, la fases de la luna que no parecen tener sentido con la información… en fin no hay mucho que rescatar de esos libros…
–Estamos olvidando algo muy importante –menciono Ezequiel –esa sombra, mujer o como se llame, salió huyendo pero asesino a todo lo que se encontró frente a ella, no solo estaba lastimada, estaba enfurecida y no estoy seguro de que eso sea del todo bueno.
–Pues por lo menos conocemos una de sus debilidades –volvió a decir Casandra –estoy casi segura de que si fabricamos un arma letal a base de “Luxum” lograremos exterminarla.
– ¿Qué hay de la chica atrapada dentro de ella?, no estarás pensando en exterminarla también. ¿O si Casandra? –pregunto Conrado.
– ¡Nada nos garantiza que realmente haya una mujer ahí dentro!, ¿O sí? –exclamo Casandra con tono de furia.
–Como tampoco nada nos garantiza que no la haya Casandra, debemos ser cuidadosos –volvió a decir Conrado.
–Personalmente, creo que debemos de investigar más –dijo Leonard –no podemos adelantarnos a nada, yo creo en la posibilidad de que si tenga un cuerpo humano, pero hay que investigarlo primero.
– ¡Y mientras, que sigan muriendo más inocentes! –Exclamo Ezequiel con furia –podemos acabar con el problema de raíz o seguir perdiendo nuestro tiempo esperando a que las cosas se aclaren solas.
–Yo creo que debemos ser cautelosos, pero debemos darnos prisa antes de que logre atacar nuevamente… –se escuchó decir a Casandra –mientras tanto creo que debemos tratar de proteger a esta gente, de lo contrario… si morirán más inocentes.
–Pues considero que sigamos investigando aunque el proteger a la gente será más que difícil, en especial ahora que puede estar enfurecida. –Dijo Conrado –mientras tanto, hay que tratar de conciliar un poco el sueño, al amanecer iremos con el padre a visitar a su amigo y hay que estar lo más activos posible, por si hay que ayudar en algo.

Y sin más que decir los cuatro compañeros se fueron a descansar un poco, sin saber que lo que iban a descubrir por la mañana los iba a sorprender por completo.

4.15.2014

ENCUENTRO CERCANO

Sin poder dormir Casandra salió aquella noche a pasear por las calles, armada con todas las armas posibles, por si tenía que enfrentar a la bestia. Caminaba en medio de las oscuridad pensando en cómo podrían vencer a esa mujer, pero a medida que pasaban los minutos, se convencía a si misma de que no encontraría la respuesta, miro al cielo y vio una hermosa luna llena de pálido color carmesí y por un momento creyó que la luna le daría la respuesta.
A lo lejos vio que un hombre corría a toda prisa, ella corrió detrás de él para saber lo que pasaba y justo cuando creyó que lo alcanzaría vio que la mujer de las sombras lo perseguía, aquel hombre tropezó y cayó al suelo, en eso la mujer que parecía no poseer un cuerpo lo alcanzo. Casandra pudo ver como aquella mujer tocaba lentamente a la sombra de aquel hombre y como este se llenaba de pánico, se llenaba de angustia. Decidida a actuar utilizo una especie de sustancia que estaba hecha a base de luz ultravioleta llamada “luxum”, al estrellarse aquel pequeño frasco contra el suelo y cerca de la sombra, ésta se apartó inmediatamente abrumada por la potente luz que produjo aquella extraña sustancia; eso le dio tiempo al hombre para que escapara.
La sombra se olvidó por completo de la víctima a la que perseguía y concentro su atención y su ira en aquella mortal que se atrevió a interrumpir sus intenciones obscuras. Casandra un tanto aterrada, sabía que tenía un arma en contra de aquella  mujer, creía que si utilizaba todo su “luxum” podría vencerla, pero también sabía que si eso no la mataba, estaría completamente expuesta, sin embargo; de algo estaba segura, la luz incandescente es algo a lo que esa mujer no podía acercarse, sabía que el fuego no la asustaba, pero sabía que la luz del sol sí. Y aunque tenía bastante “luxum” sabía que no podía agotarla en ese momento.
La mujer de las sombras caminaba en dirección a ella y a medida que avanzaba, Casandra se sentía cada vez más desprotegida, sin embargo no dudo en utilizar otra pequeña porción de su magnífica poción, la lanzo en dirección a la mujer de la obscuridad y esta estallo justo cuando atravesaba su cuerpo de tinieblas, Casandra escucho un grito de terror que parecía venir de las entrañas de la sombra, eso la dejo helada... era como si la sombra estuviese absorbiendo a alguien más y aunque  la sombra se reconstruyo rápidamente, los gritos no cesaban. Aquellos gritos eran tan aterradores, tan estrepitosamente agudos que muchas de las ventanas de las casas se rompieron, eran gritos de terror, como si alguien estuviera en grave peligro; y a medida que los gritos eran más continuos, la gente despertaba y se asomaba para saber lo que pasaba.
Nadie podía creerlo, la mujer de las tinieblas parecía estar agonizando, gritaba con ira y al mismo tiempo con horror; y nadie podía creer que esta caza-fantasmas pudiera retener a la sombra, sus tres compañeros llegaron preguntándose como lo había logrado, todos los aldeanos se sentían de la misma manera, ¿acaso era posible que al fin todo volvería a estar en paz con la llegada de estos cuatro cazadores de fantasmas?
La sombra salió huyendo, pero nadie advirtió que el color de la luna era tan rojo como la sangre y con ello la ira de aquel espíritu había aumentado, y aun cuando se sentía adolorida, en su escape mato a toda forma de vida (sin querer) que se encontró a su paso, plantas, animales y un par de personas.


3.14.2014

AGUARDANDO LA NOCHE

Caminaba Leonora por aquella mansión que parecía cada vez más grande, era como si se ahogara en su soledad, como si el mismo aire la asfixiara y a medida que los días pasaban su tristeza la consumía. ¿Su único consuelo?… los libros, ¿su única esperanza?... una vela de luz pálida, ¿su único contacto con el mundo?... su sombra, y sin saberlo ésta ultima la tenía aprisionada en aquel rincón de su mente donde sus miedos descansan y sus pesadillas la absorben, ahí donde el depredador más grande es la noche eterna, donde el infierno la abraza.
Sí, la sombra aguarda de manera paciente… espera a que el cuerpo que posee entre en trance a causa de los sueños, espera a que la luna salga para así sentirse como en casa… la sombra no solo es una silueta que se refleja por la luz del sol, o de las linternas, esta sombra es hija de la luna, es la cara oscura de aquel magnifico astro, es tan bella y tan misteriosa como la luna nueva, pero también es cruel y agresiva como la oscuridad del vacío, la oscuridad del abismo, de agresividad indomable.
Leonora, por su lado, es tímida, frágil, bella e inocente… una mujer de buenos modales, de actitudes propias y de belleza inmaculada, apenas es una niña, esa pequeña flor que crece y se marchita sin florecer, ahí en la oscuridad de las sombras, ahí donde nadie la ve, donde nadie la aprecia… es una pobre desdichada, víctima de su cruel destino, víctima de su propio infierno, de sus propios demonios… ahí entre lamentos, bajo su cruel tormento, entre los círculos que protegen al fuego eterno, entre las almas que rodean y consumen su suerte atroz, abrazada al hijo del mal, unida a él por un lazo de sombras creado con el flujo de la noche, la belleza de la luna y las estrellas, así de bello es aquel lazo y así de aterrador es su triste destino…

Resignada a estar entre tinieblas, resignada a la oscuridad de las sombras, así Leonora se extingue, se consume, se carcome, se erosiona… así su sombra renace, reencarna, resucita… así el ciclo se repite una y otra vez, día tras día, noche tras noche y vuelve a comenzar…

1.12.2014

LA CASA ABANDONADA

Comenzaba a oscurecer en aquella lúgubre aldea, donde las noches parecían ser una pesadilla eterna, los cuatro caza-fantasmas se encontraban nuevamente a las afueras de la iglesia hablando sobre todo aquello que pudieron averiguar sobre la mujer de las sombras.
–En los libros de la iglesia no pude encontrar nada ­–dijo Conrado un tanto perturbado y con aire de impotencia ­–Solo fechas que no tienen un patrón, es un completo desastre, en algunos meses ataca solo una noche, pero en otras ocasiones lo hace hasta cuatro noches seguidas, no lo entiendo… es completamente inestable. –Termino de decir.
–En la taberna yo no pude encontrar mucho, el tabernero culpa al hombre de la casa en la colina de la entrada. –comento Ezequiel un tanto decepcionado.
–Ya les he dicho que Maurice es un buen hombre, ¿Por qué aquí nadie puede dejar a ese pobre hombre en paz? –se oyó al padre decir.
–Perdóneme padre pero yo no metería las manos al fuego por un hombre que parece ser bueno y honrado, desde mi punto de vista creo que hasta no tener pistas sólidas, todos en esta aldea son sospechosos –se apresuró a decir Casandra –además me parece extraño que una casa tan grande parezca abandonada a plena luz del día ya que las cortinas están siempre cerradas, o al menos eso dice el panteonero, y por las noches el mismo dice que jamás ha visto una sola luz encendida, estoy de acuerdo en que defienda a su amigo, pero ¿Cuántas veces ha entrado en esa casa?­–.
–A hora que lo mencionas hija, jamás he ido a ver al pobre Maurice, nunca he tenido la dicha de estar en su casa ­–dijo al fin el sacerdote con tono de aflicción.
–Pues en la biblioteca me prestaron estos libros, creo pasaremos los próximos días leyendo y ojala encontremos algo que realmente sirva –dijo Leonard –entre tanto creo que la única pista que tenemos es esa casa abandonada según el panteonero, o al menos esa parece la teoría que todos tenemos, así que… ¿Qué sugieren que hagamos? –.
–A mi parecer creo que debemos ir y averiguar si alguien vive en esa casa, leer libros no me parece que sea suficiente, esa criatura puede asesinar nuevamente y aunque tuviéramos toda la información que necesitamos en los libros creo que no está de más investigar y registrar la casa. –volvió a decir Casandra.
–Pues yo opino que hay que ir, sirve que de paso usted saluda a su amigo no le parece colega –dijo Conrado al sacerdote.
–Creo que puede ser una buena idea, Maurice no ha venido en días y creo que le haría bien ver nuevas caras –dijo el padre – ¿Por qué no vamos mañana al medio día? a esta hora él ya debe estar dormido, lo últimos días que lo vi parecía cansado.

Y así acordaron ir a aquella casa al día siguiente, pero sabían que debían estar alerta en la noche, la mujer de las sombras aparecería y solo Dios podría saber si la misteriosa criatura asesinaría esa noche.

12.06.2013

LEONARD

Llegaba a una enorme biblioteca el hombre que parecía más noble del grupo, eso sin contar al sacerdote. Allí se reunió con la bibliotecaria y después de presentarse como es debido, le pregunto a la bibliotecaria si ella tenía alguna idea  de que era esa criatura que vagaba todas las noches por ahí, a lo que ella respondió:
–Ni yo ni nadie más en esta aldea tenemos la más mínima idea de lo que sea, pero yo creo que es un alma que no puede descansar en paz. –Dijo la bibliotecaria.
– ¿Y el alma de quién cree que usted que sea? ¿La de la princesa desaparecida? –pregunto Leonard.
–No, aunque nadie sabe el paradero de la Princesa estoy segura de que ella aún vive en algún lugar del planeta pero no creo que vuelva nunca, ya muchos hemos perdido toda clase de esperanzas y nos hemos resignado al mal gobierno de su alteza el conde –.
– ¿Quieres decir que él no es el Rey? –pregunto Leonard saliéndose un poco del tema.
–Pues no puede tener el título, no si la Reina y su hija aún viven o se comprueba que están muertas, y como ninguna de las dos se ha comprobado… él no puede tener el título de Rey –.
–Volviendo al tema de la chica de las sombras ¿Hay alguna otra cosa con la que puedas ayudarme? –volvió a preguntar Leonard.
–Pues hay algunos libros al final del pasillo en la sección de escritos de la aldea que hablan de ella, algunos son diarios de personas que ya fallecieron, otros son investigaciones sobre ella y algunos otros solo pretenden dar a conocer la leyenda, puedes llevártelos si deseas; tal vez así puedan tener más información y logren descubrir como vencerla –.
Agradeciendo el joven exorcista (como muchos lo llamaban) se dirigió a la zona donde se encontraban los libros y tomo aquellos que el considero los más apropiados para su investigación y salió de ahí para reunirse con sus compañeros.

11.29.2013

CASANDRA

Caminaba entre las tumbas del cementerio de aquella aldea, aquella mujer fría y calculadora, sin saber lo que buscaba con exactitud; parecía estar perdida, sola caminaba entre las lapidas creyendo que tal vez podría encontrar una señal, alguna pista de lo que en realidad pasaba en aquella aldea. Sin saber porque miro hacia la casa en la colina de la entrada, le extraño que a plena luz del día estuvieran cerradas las cortinas de aquella casa, le pareció incluso que estaba abandonada y que ahí no vivía ningún hombre.
De pronto se vio interrumpida por el sonido de unos pasos aproximándose a ella, se volvió hacia donde venía el sonido y descubrió que un hombre se acercaba a ella, era el guarda tumbas que al instante le pregunto.
– ¿Se le ofrece algo señorita? –.
–No, en realidad estoy buscando pistas. –le dijo Casandra.
– ¿Pistas? –pregunto el hombre nuevamente.
–Sí, pistas… Cualquier cosa que pueda averiguar sobre la mujer que atormenta a esta aldea. –contesto Casandra un tanto dudosa.
–Pues si está usted buscando pistas señorita, está en el lugar equivocado. –dijo el guarda tumbas al fin.
– ¿Qué quiere decir con eso? ­–pregunto Casandra algo obstinada.
–Pues que está usted perdiendo su tiempo, porque ella jamás ha venido por aquí; la he visto pasar cerca de la entrada, pero nunca ha entrado, no creo que aquí haya algo de lo que se pueda alimentar.
– ¿Cómo está usted tan seguro de ello? si está usted aquí. –volvió a preguntar Casandra.
–Pues yo no le tengo miedo, siempre he trabajado en esto y cuando yo vivía al sur de Transilvania nunca me atacaron los vampiros y siempre los vi pasar cerca, ellos me veían pero tampoco se me acercaban, así que creo que es igual, estoy tan acostumbrado a la noche que hasta creo que a ella le parezco poco interesante –.
–Y usted ¿Qué cree acerca de que el hombre que vive en aquella casa es el responsable? –pregunto nuevamente aquella chica al hombre con quien charlaba.
–Pues yo no le puedo contestar eso señorita porque hasta donde yo sé, ese hombre es muy devoto a la iglesia, o ¿usted cree que un hombre así pueda dedicarse a algo tan malévolo como la brujería? –dijo el guarda tumbas a su acompañante.
–Le sorprendería todo lo que hemos visto –.

Y sin más nada que decir Casandra se alejó de allí, miro hacia la casa que parecía estar abandonada y nuevamente comenzó a pensar en la posibilidad de que esa casa fuera el lugar donde tenían que buscarla, era como si estuviera segura de que ahí la encontrarían, pero decidió esperar a reunirse con sus compañeros antes de hacer algo que le pudiera costar caro.

11.07.2013

EZEQUIEL

Entro es una taberna el guerrero apuesto, rompe-corazones que a donde quiera que iba las chicas suspiraban por él, entro a refrescarse un poco ya que el calor de aquel día parecía insoportable; pidió una cerveza al tabernero y se sentó en la barra, mientras bebía el tabernero se acercó y le pregunto qué era lo que buscaba en sí.
–Estamos tratando de averiguar qué es lo que provoca la ira de aquella mujer. –Se vio interrumpido por tabernero.
­– ¡Eso es una bestia del mismo infierno, no una mujer!
–Creo que ­está exagerando un poco, aun no estamos seguros de lo que sea pero tiene la silueta de una mujer y es mejor llamarla así ¿no le parece? –replico Ezequiel.
–Pues a mí no me parece que sea una mujer, sostengo que es una bestia y nadie me sacara de esa idea ­–gruño el tabernero.
–En fin, me gustaría saber un poco acerca de esta criatura, todo lo que pudiera decirme conforme a lo que ha visto o escuchado –.
–Pues la verdad es que llevo viviendo en este lugar desde hace cuarenta años y nunca había pasado nada así hasta hace unos diez años sino mal recuerdo, simplemente una noche llego esa bestia, aún recuerdo que la primera vez que supimos que esa cosa existía fue cuando asesino a la hija del panadero cuando salía de la librería, desde entonces la gente vive con miedo –.
–Y ¿nadie ha intentado detenerla antes? –pregunto Ezequiel.
–A esa bestia del demonio la han intentado desparecer grandes sacerdotes incluso el Papa en persona a quien por cierto dejo gravemente herido, el resto ha muerto de una forma atroz, han venido alquimistas y grandes caza recompensas de todo el mundo, pero ninguno ha tenido éxito, ¿Por qué crees que ustedes podrán detenerla? ­–.
–No solo lo creo, estoy completamente seguro de ello, somos los mejores en lo que hacemos y hallaremos la forma de lograrlo –. Dijo seguro de lo que decía ­– ¿Alguna idea de dónde proviene?
–Al contrario de lo que dice el sacerdote, yo estoy casi seguro de que esa cosa es manipulada por el hombre que vive en la casa de la colina a la entrada de la aldea. –Dijo el tabernero refunfuñando.
– ¿Podrías decirme algo más de ese hombre?, tal vez nos  sirva –.
–Recuero que llego una noche, vino directo a la taberna y parecía muy distraído, como ido, era como un muerto decrepito; se veía algo ansioso y traía consigo un montón de valijas viejas y una canasta con un bulto, muchos decían que era un bebé, otros que era algún animal, recuerdo que dijo que venía buscando un lugar donde alojarse o bien donde poder vivir, la casa que ocupo estaba abandonada en ese entonces y nadie se opuso a que él la ocupara, y aunque trabajaba de forma honrada y honesta, nadie supo cómo fue que consiguió arreglar esa casa tan rápido si era un simple campesino, muchos dicen que su esposa murió hace mucho tiempo en la masacre que ordeno el actual Rey Darío cuando quería exterminar a la princesa Rebeca y que después él en su desesperación mato a su propio bebé y que el bulto que traía era el cadáver de aquella inocente criatura–.
– ¿Qué hay de esa teoría que dicen que esa mujer es la princesa que murió? –.
–Pues a mí no me consta, esa criatura no es una mujer y menos el fantasma de una princesa, aunque no esté seguro de si la princesa murió o no –.

Y agradeciendo al tabernero Ezequiel decidió salir de allí a seguir buscando pistas que pudiesen servirle, sin quitar la posibilidad de que realmente aquel hombre de la casa en la colina fuera el responsable de esas extrañas apariciones.

10.31.2013

CONRADO

Se quedó en la iglesia el sacerdote, quien esperaba encontrar algo en compañía del hombre que dirigía aquella iglesia, platicaron por horas sobre la chica que parecía alimentarse de sombras.
– ¿Hace cuánto que viven en compañía de esa criatura? –pregunto Conrado
–Hace unos ocho o nueve años aproximadamente –contesto el sacerdote a cargo de aquella aldea
– ¡Ósea que esa mujer lleva asesinando personas desde hace tantos años y no han intentado nada! –exclamo Conrado un tanto molesto
–Claro que lo hemos intentado, pero esta comunidad ya ha perdido a tantos pastores que no quisieron que yo lo hiciera, luego de un intento fallido de mi parte los aldeanos no quisieron que yo lo volviera a intentar –continuo el sacerdote de la iglesia –Aquella vez pude darme cuenta de que no era un demonio cualquiera, de hecho, no estaba seguro de que fuese un demonio, pero su ira era tan grande, también pude darme cuenta de que no era exactamente una mujer, más bien era como la sombra de una mujer ya que no proyecta sombra alguna y tampoco parece poseer un cuerpo, es extraño pero; eso es lo que pude ver. ­–dijo finalmente aquel hombre.
–Entonces, quiere usted decir que esa cosa no es más que una simple sombra ­–dijo Conrado pensativo. ¿Sería posible que esa fuera una pista clave para poder vencer a aquella criatura nocturna?
–Es posible, aunque no me atrevo a afirmar nada Conrado ­–volvió a decir el sacerdote.
–Pero hay algo que aun no entiendo, ¿Por qué no asesina a diario? ¿Por qué no tiene una frecuencia de asesinatos exacta? hemos enfrentado a otras bestias y todas tienen un patrón, por ejemplo los vampiros cazan una o dos meses al mes para alimentarse y los hombres lobo cazan solamente en luna llena, pero ella no es así según entiendo alguna idea de ¿Por qué?­ –pregunto Conrado
–A decir verdad, no lo sé – dijo un tanto decepcionado el sacerdote.
–y, ¿alguna idea de donde pueda esconderse aquella criatura? ­–volvió a preguntar Conrado
–No, algunos dicen que el cementerio, otros que de las colinas del lado norte, y otros que proviene de las afueras de la aldea, pero nadie está seguro. – dijo nuevamente el sacerdote.
­–Escuche que puede ser de la casa que está en la colina de la entrada ¿Qué hay de ella? –pregunto Conrado otra vez.
–Muchos dicen que Maurice es un hechicero, pero un hombre como él no sería capaz de ello, siempre viene a la iglesia y aunque es un hombre poco social, no es más que víctima de su propia desgracia, quedo viudo hace unos treinta años calculo y desde entonces parece que no está interesado en nadie más, creo que amaba verdaderamente a su esposa. Aunque debo decir que no viene por aquí hace algunos días, he pensado en ir a verlo; tal vez esté enfermo. ­
Y sin más nada que decir, Conrado pensaba en cómo encontrar el escondite de aquella mujer que salía todas las noches a pasear y a atormentar a las personas cuando se vio interrumpido por el sacerdote de la aldea.
–Ahora que lo recuerdo, tengo algunos escritos con fechas de los asesinatos pensando en que pudiera encontrar la razón por la que esta mujer asesina, tal vez te sirvan.
Y aceptando Conrado fue en compañía de su colega a la biblioteca privada de la iglesia, esperando poder analizar los escritos.

10.26.2013

ENTRE LA DUDA Y LA CERTEZA

La mañana se levantaba con el miedo a flor de piel, la mujer de las sombras había asesinado a otro inocente y nadie sabía cómo detenerla. En los jardines de la iglesia se encontraban los cuatro exorcistas tratando de resolver el misterio, estaban seguros de que lo que habían visto no era nada parecido a lo que antes habían enfrentado, tenían ante ellos a una mujer que no parecía ser humana, pero tampoco era un fantasma, no era un demonio y tampoco era una ilusión, era algo aún más aterrador, ninguno podía decir con exactitud lo que era y por primera vez tenían dudas y miedo, pues aunque ya habían enfrentado a cientos de criaturas extrañas nunca se habían sentido tan inseguros…
–Aun no puedo creer que lo que paso– dijo Casandra desconcertada –Aquella criatura era una mujer pero, ¿Qué clase de mujer? ¿Qué clase de criatura asesina a otros de una manera tan cruel? –.
–No estoy seguro de lo que esa cosa era, pero sí sé que será difícil vencerla– replico Leonard
–Y, ¿Cuál es el plan? –Preguntó Conrado, –Nos han dicho que las biblias no le hacen nada–.
­–Yo propongo que ataquemos directo, que la enfrentemos y acabemos con ella –dijo Ezequiel –Creo que eso es mucho más efectivo–.
–Suenas algo desesperado Ezequiel ­–dijo Casandra.
–Tranquilícense –replico Conrado tenemos que tener un plan y tenemos que conocer con que estamos tratando a fondo.
–Nos han dado varias versiones y todas coinciden, pero no nos llevan a nada concreto, ¿Cómo esperan que hagamos un buen plan? –dijo Casandra defendiendo su punto de vista.
–Pero aun así debemos estudiar más a esta criatura –interrumpió Leonard
­– ¿Y esperar a que mueran más inocentes? ­–volvió a escucharse a Casandra. – ¡No estoy de acuerdo! debemos actuar cuanto antes de ser posible esta misma noche–.
­–Entonces, ¿Qué sugieres? –pregunto Ezequiel un tanto molesto por la actitud de su compañera.
Sin más que decir, todos guardaron silencio hasta que los cuatro acordaron separarse e ir a investigar por su cuenta algo que los llevara a comprender mejor a la criatura a la que se tenían que enfrentar, acordaron reunirse con toda la información que pudieran recolectar y sus respectivas armas unas horas antes de que anocheciera para llevar a cabo un plan y atacar a la misteriosa y hermosa bestia.

10.17.2013

EL PRIMER ENCUENTRO CON LA DAMA DE LAS SOMBRAS

La noche caía sobre aquella pequeña población que aún no estaba segura de si debían confiar en aquellos que habían llegado horas atrás.
Se encontraban en una taberna escuchando lo que la gente pudiera decir sobre aquella criatura de las sombras, primero se oyó hablar al dueño de la taberna, quien dijo que era una bestia horrible, que parecía más la hija del diablo que el fantasma de la princesa, otros decían que ni siquiera era mujer, que era una abominación de la noche, pero las palabras más fieles fueron las del campanero quien muchas veces la había encontrado en la madrugada cuando repicaba para la misa de la mañana y este dijo:
­–Estoy seguro de que esa cosa no es un fantasma, ni siquiera es una bestia, tampoco parece ser hija de los infiernos, estoy casi seguro de que esa mujer es humana– todos lo miraron con extrañeza y continuo diciendo –Ella es una criatura misteriosa, de belleza singular, la he visto asesinar pero no asesina a aquellos que son valientes, sino a aquellos que le temen, no estoy seguro de el tiempo que transcurre antes de  su siguiente asesinato, pero lo que sí puedo decir es que aquel que no le teme está a salvo–.
­–Pareces saber mucho de ella ¿no es así?­– pregunto Casandra casi asegurando que el hombre tenía algo que ver con que dicha mujer  atormentara a todos los aldeanos.
–Este no es momento para hacer especulaciones Casandra­– replico Leonard, creo que si este hombre nos está diciendo esto es porque él puede ayudarnos. – ¿sabes hacia donde se dirige al salir el sol? –, el hombre negó con la cabeza.
–Se dirige a la casa abandonada, a la casa de ese maldito brujo– se escuchó la  voz de un leñador.
–Nadie nos asegura eso  dijo el sacerdote del pueblo, –Maurice es un buen hombre, siempre viene a la iglesia, aunque hace un par de días que no lo he visto, me pregunto si habrá sido víctima de la doncella de las sombras.
–Tal vez deberíamos averiguar que paso con él– dijo Ezequiel.
De pronto un grito ahogado se escuchó en la calle, todos salieron a ver qué era lo que pasaba, una mujer señalo al otro lado de la calle y lo que vieron fue impactante, una mujer vestida de negro estaba asesinando a un hombre, todos pudieron ver que aquella misteriosa criatura tenía la gracia y la belleza de una bailarina, pero que era como un arma mortal, ninguno de los cuatro caza fantasmas habían visto algo parecido, la mujer parecía ser únicamente una sombra, no parecía tener cuerpo, pero tampoco proyectaba una sombra, se veía únicamente una mancha negra con forma de mujer, era aterrador.
Leonard no perdió tiempo y salió corriendo en dirección a ella, Casandra y Conrado trataron de detenerlo pero no lograron, estaban seguros que antes de atacar a la misteriosa chica, debían estudiarla pero así era León  (como lo llamaban ellos) muy impulsivo.

Cuando Leonard llegó a donde se encontraba la mujer pudo ver como lo mataba de la forma más atroz que nadie pudiera haber visto, se quedó paralizado un momento y justo cuando la mujer terminó de cometer su crimen miro hacia el cielo, después miro a Leonard, dio media vuelta y siguió su camino; Leonard que no comprendía porque no lo ataco si se sentía paralizado por el miedo, miro hacia el cielo pensando en lo que buscaba aquella mujer pero solo vio a la pálida luna, después de eso se reincorporo y salió corriendo de tras de ella para saber hacia dónde se dirigía, noto que la mujer lo había detectado pero ésta no hizo por ocultarse o querer escapar más rápido, simplemente siguió su camino en dirección hacia el horizonte, pasaron horas y cuando al fin los primeros rayos del sol tocaron los tejados de la aldea Leonard pudo ver como aquella mujer se ocultaba entre las sombras de las casas y ahí se desvanecía viajando a través de las sombras a una velocidad que no pudo verla en qué dirección se marchó.