7.05.2014

ANALIZANDO A LA MUJER DE LAS SOMBRAS

Se encontraban los cuatro amigos en la cabaña que se hospedaban platicando sobre lo sucedido horas atrás… la noche aun parecía eterna, pero en realidad estaban a solo unas cuantas horas de que el sol saliera, aun se encontraban los tres caballeros asombrados por la forma en que su compañera había enfrentado a la criatura de las sombras.
– ¡No podemos entender cómo es que lo lograste Casandra! –Menciono Ezequiel aun sorprendido.
– ¿Cómo es que se te ha ocurrido atacarla con “Luxum”? –Pregunto Conrado con voz de asombro y de misterio.
–Bueno… creo que lo hice un tanto insegura aunque creo que después de todo era lógico que se sintiera amenazada por una cantidad de luz ultravioleta como esa, después de todo no es más que una sombra.
– ¡Yo no estaría tan seguro! –Exclamo Leonard –esos gritos aterradores parecían venir de lo más profundo de su ser, era como si alguien estuviese pidiendo auxilio.
–Ahora que lo mencionas –dijo Casandra en tono de duda –cuando el “Luxum” estallo al contacto con ella… me pareció que alguien estaba dentro de ella, esa como si esa cosa estuviera manipulando a alguien.
–De ser así, esa información es nueva –se oyó decir a Conrado –lo que hay en los libros que trajiste Leonard, no han ayudado de mucho, todos parecen decir lo mismo, la mujer que vaga todas las noches por las calles, el orden poco predecible en sus fechas de asesinato, la fases de la luna que no parecen tener sentido con la información… en fin no hay mucho que rescatar de esos libros…
–Estamos olvidando algo muy importante –menciono Ezequiel –esa sombra, mujer o como se llame, salió huyendo pero asesino a todo lo que se encontró frente a ella, no solo estaba lastimada, estaba enfurecida y no estoy seguro de que eso sea del todo bueno.
–Pues por lo menos conocemos una de sus debilidades –volvió a decir Casandra –estoy casi segura de que si fabricamos un arma letal a base de “Luxum” lograremos exterminarla.
– ¿Qué hay de la chica atrapada dentro de ella?, no estarás pensando en exterminarla también. ¿O si Casandra? –pregunto Conrado.
– ¡Nada nos garantiza que realmente haya una mujer ahí dentro!, ¿O sí? –exclamo Casandra con tono de furia.
–Como tampoco nada nos garantiza que no la haya Casandra, debemos ser cuidadosos –volvió a decir Conrado.
–Personalmente, creo que debemos de investigar más –dijo Leonard –no podemos adelantarnos a nada, yo creo en la posibilidad de que si tenga un cuerpo humano, pero hay que investigarlo primero.
– ¡Y mientras, que sigan muriendo más inocentes! –Exclamo Ezequiel con furia –podemos acabar con el problema de raíz o seguir perdiendo nuestro tiempo esperando a que las cosas se aclaren solas.
–Yo creo que debemos ser cautelosos, pero debemos darnos prisa antes de que logre atacar nuevamente… –se escuchó decir a Casandra –mientras tanto creo que debemos tratar de proteger a esta gente, de lo contrario… si morirán más inocentes.
–Pues considero que sigamos investigando aunque el proteger a la gente será más que difícil, en especial ahora que puede estar enfurecida. –Dijo Conrado –mientras tanto, hay que tratar de conciliar un poco el sueño, al amanecer iremos con el padre a visitar a su amigo y hay que estar lo más activos posible, por si hay que ayudar en algo.

Y sin más que decir los cuatro compañeros se fueron a descansar un poco, sin saber que lo que iban a descubrir por la mañana los iba a sorprender por completo.

4.15.2014

ENCUENTRO CERCANO

Sin poder dormir Casandra salió aquella noche a pasear por las calles, armada con todas las armas posibles, por si tenía que enfrentar a la bestia. Caminaba en medio de las oscuridad pensando en cómo podrían vencer a esa mujer, pero a medida que pasaban los minutos, se convencía a si misma de que no encontraría la respuesta, miro al cielo y vio una hermosa luna llena de pálido color carmesí y por un momento creyó que la luna le daría la respuesta.
A lo lejos vio que un hombre corría a toda prisa, ella corrió detrás de él para saber lo que pasaba y justo cuando creyó que lo alcanzaría vio que la mujer de las sombras lo perseguía, aquel hombre tropezó y cayó al suelo, en eso la mujer que parecía no poseer un cuerpo lo alcanzo. Casandra pudo ver como aquella mujer tocaba lentamente a la sombra de aquel hombre y como este se llenaba de pánico, se llenaba de angustia. Decidida a actuar utilizo una especie de sustancia que estaba hecha a base de luz ultravioleta llamada “luxum”, al estrellarse aquel pequeño frasco contra el suelo y cerca de la sombra, ésta se apartó inmediatamente abrumada por la potente luz que produjo aquella extraña sustancia; eso le dio tiempo al hombre para que escapara.
La sombra se olvidó por completo de la víctima a la que perseguía y concentro su atención y su ira en aquella mortal que se atrevió a interrumpir sus intenciones obscuras. Casandra un tanto aterrada, sabía que tenía un arma en contra de aquella  mujer, creía que si utilizaba todo su “luxum” podría vencerla, pero también sabía que si eso no la mataba, estaría completamente expuesta, sin embargo; de algo estaba segura, la luz incandescente es algo a lo que esa mujer no podía acercarse, sabía que el fuego no la asustaba, pero sabía que la luz del sol sí. Y aunque tenía bastante “luxum” sabía que no podía agotarla en ese momento.
La mujer de las sombras caminaba en dirección a ella y a medida que avanzaba, Casandra se sentía cada vez más desprotegida, sin embargo no dudo en utilizar otra pequeña porción de su magnífica poción, la lanzo en dirección a la mujer de la obscuridad y esta estallo justo cuando atravesaba su cuerpo de tinieblas, Casandra escucho un grito de terror que parecía venir de las entrañas de la sombra, eso la dejo helada... era como si la sombra estuviese absorbiendo a alguien más y aunque  la sombra se reconstruyo rápidamente, los gritos no cesaban. Aquellos gritos eran tan aterradores, tan estrepitosamente agudos que muchas de las ventanas de las casas se rompieron, eran gritos de terror, como si alguien estuviera en grave peligro; y a medida que los gritos eran más continuos, la gente despertaba y se asomaba para saber lo que pasaba.
Nadie podía creerlo, la mujer de las tinieblas parecía estar agonizando, gritaba con ira y al mismo tiempo con horror; y nadie podía creer que esta caza-fantasmas pudiera retener a la sombra, sus tres compañeros llegaron preguntándose como lo había logrado, todos los aldeanos se sentían de la misma manera, ¿acaso era posible que al fin todo volvería a estar en paz con la llegada de estos cuatro cazadores de fantasmas?
La sombra salió huyendo, pero nadie advirtió que el color de la luna era tan rojo como la sangre y con ello la ira de aquel espíritu había aumentado, y aun cuando se sentía adolorida, en su escape mato a toda forma de vida (sin querer) que se encontró a su paso, plantas, animales y un par de personas.


3.14.2014

AGUARDANDO LA NOCHE

Caminaba Leonora por aquella mansión que parecía cada vez más grande, era como si se ahogara en su soledad, como si el mismo aire la asfixiara y a medida que los días pasaban su tristeza la consumía. ¿Su único consuelo?… los libros, ¿su única esperanza?... una vela de luz pálida, ¿su único contacto con el mundo?... su sombra, y sin saberlo ésta ultima la tenía aprisionada en aquel rincón de su mente donde sus miedos descansan y sus pesadillas la absorben, ahí donde el depredador más grande es la noche eterna, donde el infierno la abraza.
Sí, la sombra aguarda de manera paciente… espera a que el cuerpo que posee entre en trance a causa de los sueños, espera a que la luna salga para así sentirse como en casa… la sombra no solo es una silueta que se refleja por la luz del sol, o de las linternas, esta sombra es hija de la luna, es la cara oscura de aquel magnifico astro, es tan bella y tan misteriosa como la luna nueva, pero también es cruel y agresiva como la oscuridad del vacío, la oscuridad del abismo, de agresividad indomable.
Leonora, por su lado, es tímida, frágil, bella e inocente… una mujer de buenos modales, de actitudes propias y de belleza inmaculada, apenas es una niña, esa pequeña flor que crece y se marchita sin florecer, ahí en la oscuridad de las sombras, ahí donde nadie la ve, donde nadie la aprecia… es una pobre desdichada, víctima de su cruel destino, víctima de su propio infierno, de sus propios demonios… ahí entre lamentos, bajo su cruel tormento, entre los círculos que protegen al fuego eterno, entre las almas que rodean y consumen su suerte atroz, abrazada al hijo del mal, unida a él por un lazo de sombras creado con el flujo de la noche, la belleza de la luna y las estrellas, así de bello es aquel lazo y así de aterrador es su triste destino…

Resignada a estar entre tinieblas, resignada a la oscuridad de las sombras, así Leonora se extingue, se consume, se carcome, se erosiona… así su sombra renace, reencarna, resucita… así el ciclo se repite una y otra vez, día tras día, noche tras noche y vuelve a comenzar…

1.12.2014

LA CASA ABANDONADA

Comenzaba a oscurecer en aquella lúgubre aldea, donde las noches parecían ser una pesadilla eterna, los cuatro caza-fantasmas se encontraban nuevamente a las afueras de la iglesia hablando sobre todo aquello que pudieron averiguar sobre la mujer de las sombras.
–En los libros de la iglesia no pude encontrar nada ­–dijo Conrado un tanto perturbado y con aire de impotencia ­–Solo fechas que no tienen un patrón, es un completo desastre, en algunos meses ataca solo una noche, pero en otras ocasiones lo hace hasta cuatro noches seguidas, no lo entiendo… es completamente inestable. –Termino de decir.
–En la taberna yo no pude encontrar mucho, el tabernero culpa al hombre de la casa en la colina de la entrada. –comento Ezequiel un tanto decepcionado.
–Ya les he dicho que Maurice es un buen hombre, ¿Por qué aquí nadie puede dejar a ese pobre hombre en paz? –se oyó al padre decir.
–Perdóneme padre pero yo no metería las manos al fuego por un hombre que parece ser bueno y honrado, desde mi punto de vista creo que hasta no tener pistas sólidas, todos en esta aldea son sospechosos –se apresuró a decir Casandra –además me parece extraño que una casa tan grande parezca abandonada a plena luz del día ya que las cortinas están siempre cerradas, o al menos eso dice el panteonero, y por las noches el mismo dice que jamás ha visto una sola luz encendida, estoy de acuerdo en que defienda a su amigo, pero ¿Cuántas veces ha entrado en esa casa?­–.
–A hora que lo mencionas hija, jamás he ido a ver al pobre Maurice, nunca he tenido la dicha de estar en su casa ­–dijo al fin el sacerdote con tono de aflicción.
–Pues en la biblioteca me prestaron estos libros, creo pasaremos los próximos días leyendo y ojala encontremos algo que realmente sirva –dijo Leonard –entre tanto creo que la única pista que tenemos es esa casa abandonada según el panteonero, o al menos esa parece la teoría que todos tenemos, así que… ¿Qué sugieren que hagamos? –.
–A mi parecer creo que debemos ir y averiguar si alguien vive en esa casa, leer libros no me parece que sea suficiente, esa criatura puede asesinar nuevamente y aunque tuviéramos toda la información que necesitamos en los libros creo que no está de más investigar y registrar la casa. –volvió a decir Casandra.
–Pues yo opino que hay que ir, sirve que de paso usted saluda a su amigo no le parece colega –dijo Conrado al sacerdote.
–Creo que puede ser una buena idea, Maurice no ha venido en días y creo que le haría bien ver nuevas caras –dijo el padre – ¿Por qué no vamos mañana al medio día? a esta hora él ya debe estar dormido, lo últimos días que lo vi parecía cansado.

Y así acordaron ir a aquella casa al día siguiente, pero sabían que debían estar alerta en la noche, la mujer de las sombras aparecería y solo Dios podría saber si la misteriosa criatura asesinaría esa noche.